miércoles, 22 de junio de 2011

Diferentes formas de vestir (Parte I. Las Antípodas) o la importancia de tener un Zara.


Aprovechando que la mitad de las Strems Sisters se encuentra de viaje por las antípodas, hemos querido ofreceros una serie de entradas dedicadas a las diferentes formas de vestir en otras partes del planeta para tomarle el pulso a la moda (que le vamos a hacer, cada uno se fija en unas cosas cuando viaja…).
Nuestro primer destino es Australia, en especial Sydney, que, si bien no es la capital, si lo es en cuanto a moda y fashionismo se refiere.
Esta joven ciudad que ha crecido de forma meteórica en los últimos años, posee la mayor parte de las sedes de las empresas más importantes del país, por lo que se concentran la mayoría de los negocios, las mayores fortunas, las tendencias más influyentes en el vestir, tanto para los momentos de business como para el ocio, y todas las etnias imaginables, especialmente de origen asiático, dado el tradicional contacto con los países vecinos y el creciente flujo de inmigración.
Hasta hace apenas unos meses, este gigante país carecía de nuestra marca más internacional y bien valorada, Zara.
Puede parecer un dato anecdótico, pero, os aseguro que la influencia que esto tiene en la forma de vestir de la población de una ciudad, es total.
El primer establecimiento del grupo Inditex ha desembarcado en un enorme centro comercial, llamado Westfield Sydney (Westfield.com.au), destinado a tiendas de marcas de lujo como Prada, DVF, Chanel o Louis Vuitton, y aparte de los adinerados turistas asiáticos que aprovechan para acudir a estos lugares al beneficio del tax free, los lugareños únicamente acudían en masa a Zara (con los precios bastantes más elevados a lo que nos tiene acostumbrados en España) por la variedad de colores que carecen otras tiendas y la velocidad con la que llegan prendas de tendencia a diferencia del resto de marcas.

Si en el distrito financiero, entre los acristalados y brillantes rascacielos de reciente construcción, pudimos observar que los trabajadores lucen una especie de “uniformes” o dress code de lo más sobrio, al estilo sajón, ellos, trajes grises o negros, con camisas lisas de colores claros y corbatas absolutamente olvidables, ellas, del mismo color, trajes chaqueta de falda recta por la rodilla con medias tupidas y zapatos o bailarinas también oscuros, dentro de un año podremos comprobar el radical cambio que sufrirán incluyendo complementos de color como zapatos, blazers, vestidos, camisas.. al más puro estilo europeo que tanto gusta fuera de nuestras fronteras.

Y es que, si bien es cierto, que los australianos tienen una concepción del vestir envidiable en cuanto a lo deportivo se refiere (botas UGG aparte..), son los inventores del estilo Bondi Beach entre otros. A la hora de salir a cenar o de copas, la máxima “cuanto más cómoda y práctica sea la ropa, mejor” no casa con el cosmopolita estilo arquitectónico, gastronómico y de vida, que está surgiendo en ciudades como Sydney, con sus rehabilitados almacenes del puerto, ahora apartamentos de lujo de precio imposible y sus modernos locales afterwork.


Lo que más nos gustó: la devoción que profesan al deporte las personas de todas las edades, aprovechando los numerosos parques para salir a correr o caminar a cualquier hora del día; la natural simpatía de los australianos que torna agradable hasta preguntar una dirección cuando nos habíamos perdido; la flexibilidad laboral que permite terminar de trabajar como muy tarde a las 17 horas y disponer de mayor tiempo de ocio; la proliferación de barrios como Paddington donde los nuevos diseñadores tiene su espacio para exponer sus creaciones.

Lo que menos nos gustó: lo mucho que hay que madrugar para poder retirarse a casa a las 18 horas habiendo hecho todo lo previsto para el día; la escasa cultura del café expreso y su preferencia por la modalidad americana del mismo; lo mucho que se ha extendido Chinatown absorbiendo otras barriadas típicas de la ciudad; las pocas personas que se atreven a destacar por su forma de vestir.